Cuando queremos escribir a alguien para decirle "¡pero vaya narices que tienes!" sobre algo que os haya hecho, esta es la carta indicada para enviársela.
A modo de ejemplo, la carta podría empezar así:
—¡Anna!... ¡Pero vaya narices que tienes de decirme que no quieres escribirme más porque, según tú, no entiendes mi letra y no vale la pena perder más el tiempo!... Ya te vale ya... Pues yo creo que la tengo bastante bonita, y para demostrártelo ahora mismo te voy a escribir una cartita, ea!... Empiezo... (y bla, bla, bla...continúa la carta)
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